La explotación de 112 mil kilómetros cuadrados al sureste del estado Bolívar, autorizada por el gobierno nacional, “no es cualquier cosa, no es socialista ni mucho menos bolivariana, es una minería depredadora, constituye un grave problema que atenta contra nuestra soberanía, compromete el futuro de Venezuela”.
Con esta advertencia ofrecida en una conferencia en Barquisimeto, estado Lara, el ingeniero Gustavo Márquez Marín, ex ministro en la gestión de Hugo Chávez (1999), justifica sus cuestionamientos al programa de exploración y excavación de los diferentes tipos de metales y minerales oficializados por el Ejecutivo en el Decreto Número 2.248 publicado en la Gaceta Oficial 40.855, donde se creó la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional.
Como miembro de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, Márquez Marín expresa que se aplica una política especial mediante un régimen tributario distinto al constitucional y donde todo se controla desde la Presidencia de la República.
"Con las zonas de desarrollo especiales están fragmentando al país, no tienen nada que ver con el socialismo, es todo lo contrario, es la negación, es la recolonización neoliberar, el gran proyecto del capital internacional para acceder a los recursos, tomar territorios completos donde se quita la soberanía de los estados para extraer los minerales. La Constitución no permite esta barbaridad, por eso la violan, ningún estado de excepción la justifica, y ahora con la Asamblea Nacional Constituyente espuria, que se asume supraconstitucional, figura que no existe en la Constitución, quieren legalizar este proyecto neocolonial, neoliberal, nada que ver con la revolución bolivariana ni mucho menos, es otra cosa".
Asegura el ex embajador en Austria que la explotación del Arco Minero está comprometiendo el futuro de las nuevas generaciones de venezolanos, se entregan territorios que serán manejados por empresas transnacionales, incluyendo del Imperio de los Estados Unidos de Norteamérica, las grandes potencias donde residen las empresas que controlaran espacios territoriales. Estamos frente a un problema estratégico y de soberanía porque es una región fronteriza donde no tenemos una presencia del Estado, le vamos a entregar estos territorios a transnacionales que manejarán su propia seguridad. Allí convergen intereses geo políticos por esos recursos, Venezuela puede entrar en serios conflictos y perder parte de su territorio.
"No se trata de un proyecto aislado, se trata de una política de Estado, de entregar los minerales, al margen de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En esos territorios, de acuerdo a un Decreto hecho bajo el estado de excepción, allí la legislación ambiental, del trabajo, la planificación estará en función de la minería. Esto significa que el interés fundamental es extraer los minerales, los seres humanos no valen nada, no importan, es algo salvaje, es el mismo modelo que se quiere aplicar en las minas de fosfato y de carbón en el estado Zulia, las zonas especiales concebidas como paraísos fiscales".
En la conferencia ofrecida en el Colegio de Abogados de Barquisimeto, el ingeniero Marquez Marín denunció que la actividad minera en el estado Bolívar genera más extractivismo y rentismo con beneficios para las grandes empresas como lo demuestran los contratos y memorandos de entendimiento que se han firmado, donde se establecen exoneraciones de impuestos, muy bajas regalías, no va a haber un ingreso económico importante para nuestro país y sobre todo se le cede a estas empresas como mínimo el 45 por ciento de los derechos de explotación minera sobre el oro, el coltán, la plata, el cobre, las tierras para una infinidad de materiales estratégicos aun por conocer en esa región.
“Ese 45% constituye una cesión, una privatización, de hecho demuestra el uso de los recursos mineros cuya extracción debe desbastar los bosques a través de la gran minería, que se basa en grandes volúmenes de tierra que luego son procesadas, por ejemplo, por cada cuatro toneladas se extrae un gramo de oro y al final esa actividad significa que acabará con los bosques naturales, la fauna, la flora, el agua de los depósitos de aguas subterráneas, además se realiza con cianuro, que envenena las aguas, la naturaleza y los seres humanos a través de la cadena tropical. Este tipo de minería ha generado en el mundo la devastación de grandes zonas".
El 45% delos recursos los van a obtener las empresas que por cierto no van a ser liquidados de inmediato. Se habla - asegura - de 500 empresas que en realidad son anuncios, son grupos de grandes empresas como por ejemplo: Barrick Gold Corporation la multinacional minera dedicada a la extracción de oro más grande del mundo, con sede en la ciudad canadiense de Toronto, tiene más de 23 minas operativas en Estados Unidos, Canadá, Australia, Argentina, Chile, Papúa Nueva Guinea, República Dominicana y Zambia.
Durante 2013, el 50% de su producción la obtuvo de Estados Unidos y Canadá; el 25%, de Australia y la región del Pacífico; el 19% de Sudamérica y el 6% restante, de África.
En 2013, Barrick produjo entre 7 y 7,4 millones de onzas de oro y para 2014 la empresa está apuntando a producir entre 6 y 6,5 millones de onzas.
Barrick, tiene varios proyectos en diferentes etapas de exploración y desarrollo, contando más de 15 países alrededor del mundo entre sus proyectos.
“En la tierra que se extrae vienen todos los materiales valiosos, no son concesiones de oro, es entregarlo todo, solo con el propósito de obtener dinero a corto plazo para atender el déficit fiscal, que no se logrará, pero comprometiendo el futuro de Venezuela. La explotación del arco minero generará conflictos muy importantes, como por ejemplo con los pueblos indígenas y mineros. El estado venezolano no ha sido capaz de controlar la minería ilegal y la solución que está dando es más minería, es como si una persona tiene alcoholismo y le dan como remedio más alcohol”.
Lo que planteamos - manifiesta Marquez - es que la solución no es más minería de gran escala depredadora, la solución es optar por el agua, garantizar las reservas, independientemente que haya oro u otros minerales preciosos, lo primero es preservar la vida, lo demás viene después.
Debemos ser capaz de desarrollar nuestra economía sobre otras bases, el ecoturismo va a desaparecer, van a cambiar el paisaje, va a cambiar el agua, además del sistema hidroeléctrico de la represa de El Guri, afectado por esta minería, va a terminar de colapsar. Esta minería genera erosión, lluvias asidas, sedimentación de los ríos y represas, que pierden su potencial, como ha ocurrido en las zonas del bajo Caroní.
Gustavo Márquez Marín
Carabobeño, nacido en Valencia, ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo donde también ejerció la docencia, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez se desempeñó como ministro de Industria y Comercio (1999), ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007), Embajador en Austria y Representante Permanente ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena (2001-2004), Comisario General del Pabellón de Venezuela en la Expo 2000 Hannover (1999-2001) y Miembro de la Comisión de Negociación con Colombia de las Áreas Marinas y Submarinas (1999-2001).
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