EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS (III parte y final)
Historia del asedio de la antipolítica a la Política
“Si haz de derramar la sangre de tú mejor amigo, hazlo,
siempre y cuando tengas fines justificables [...]
El honor no está en los medios, está en el fin”
NICOLÁS MAQUIAVELO
Obra “El príncipe” (1513), Filósofo italiano
Nicolás Maquiavelo en el año 1513 escribió su obra filosófica “El Príncipe” que lo inmortalizó como fundador de la Ciencia Política y del concepto moderno de Estado, jamás imaginó convertirse en un “Profeta” de la Política contemporánea. Cuando Maquiavelo reza que “el honor no está en los medios sino en el fin”, refiere que los medios para triunfar en una lucha quizás no sean los más honorables pero sí los más efectivos. Así años más tarde el pensador geopolítico alemán Carl Von Clausewitz (1780-1831) dijo “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, entendiéndose a la guerra como un acto político. No obstante, ese debe ser el último recurso de la política. Evitando esto, los alemanes años más tarde conceptualizaron la “Realpolitik” un tratado político basado en acuerdos, es decir, cuando la política no se hace por intrigas ni odios, al contrario, la política se teje en base a intereses comerciales que generan capital político sin necesidad de conflictos, todo producto de la negociación y del diálogo. Como dicen los colombianos “Más vale un mal arreglo antes que un buen pleito”.
Así estos principios están presentes en la política venezolana, una forma de gobierno y sistema político derivado de las urnas de votación pero también de hilos de poder manejados desde el extranjero. Basta recordar aquélla frase del consejero del expresidente Hugo Chávez, general Alberto Müller Rojas “Venezuela está viviendo una mini guerra fría”. Mientras los Estados Unidos de América (EE.UU) presionan para restablecer el espíritu democrático liberal de Venezuela, basado en un sistema político con separación de poderes, respeto a los derechos humanos, ni intromisión del poder ejecutivo en las decisiones de éstos. Por otro lado Rusia y China reforzando al gobierno de Nicolás Maduro y desconociendo la majestad de la Asamblea Nacional electa por el voto de más de 14 millones de venezolanos en los comicios de diciembre de 2015.
Así llegamos a las elecciones regionales del 15 de octubre de 2017 donde la oposición ganó seis gobernaciones en el país, Anzoátegui, Bolívar, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia, de las cuales cuatro gobernaciones fueron para el partido político opositor Acción Democrática, la gobernación de Zulia para PJ y el estado Bolívar para La Causa R (LCR). No obstante, como resultado del discurso ambiguo del gobernador Juan Pablo Guanipa (PJ) en no juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente, y, Andrés Velásquez de LCR en dudar desde días antes del proceso comicial organizado por el Consejo Nacional Electoral generó temor y confusión entre sus electores, ocasionando una elevada abstención opositora y un “empate técnico” con el candidato del PSUV, causando su derrota. Así los cuatro gobernadores adecos electos decidieron juramentarse ante la Constituyente partiendo del principio que en política el poder no se delega y el honor no está en los medios, está en el fin. Así los adecos prefirieron hacer política, antes que regalar esas gobernaciones al partido de gobierno nacional, como Zulia, donde la ausencia absoluta del gobernador electo Juan Pablo Guanipa, le costará a Primero Justicia un precio más alto que el pagado por los adecos… Hasta la próximo semana.
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