Jhotani Medina: AD puede dirigir la transición en Venezuela

Los “Guerreros del teclado” ¿Profetas del desastre? y la necesidad de un Candidato opositor unitario para la Venezuela del siglo XXI 

El fin de semana en vísperas del Carnaval del año 2018 fueron escenario de un alerta en el gobierno venezolano ante el anuncio del despliegue de tropas militares de Brasil y Colombia en la frontera con Venezuela para prevenir incidentes dentro de sus territorios ante el éxodo de miles de venezolanos que causarían alteraciones del orden público. 

Esto conllevó a que miles de “tuiteros” y “youtubers” venezolanos, conocidos como “guerreros del teclado” elucubraran delirantes hipótesis que “la salida” al gobierno de Maduro llegó de la mano de una intervención extranjera, tras la visita del jefe del Comando Sur de los Estados Unidos de América (EE.UU), a Colombia. 

Esa reunión fue interpretada erróneamente por tuiteros como un aviso de una invasión de EE.UU a Venezuela. ¿De dónde podía salir esta teoría? Un delirio de algunos sectores opositores al gobierno de Maduro que exhiben una inmadurez adolescente en su escasa vigencia partidista. La respuesta está en la “Generación Z” constelación de personas nacidas después de 1994, quienes creen que la política y los valores son dirigidos por lo tecnológico. Quien no posee cuentas en las redes sociales del internet para ellos no existe. No respetan instituciones (partidos políticos o religión) ni formas de autoridad o gobierno, estos jóvenes creen que antes de ir a una reunión de partido o de interés social es preferible leer twitter, facebook, instagram, crear un grupo de “chat” en Whatsapp o colgar un video en youtube.com para “enterarse” de lo que ocurre en el mundo. 

Lo que evidencia el predominio de una nueva cultura entre ciudadanos, esta es una conducta universal nacida en los países desarrolladas e importada hacia Latinoamérica sumada a los “nuevos republicanos” de la revolución bolivariana que sin axiología (filosofía de los valores) crean una nueva cultura ciudadana sin raíces sólidas, desconocen la historia de Venezuela y los próceres patrios, desconocen su origen familiar y hacia dónde van. Si desconocen eso, es imposible que valoren la soberanía nacional. Eso se comprueba cuando estos “nuevos republicanos” en vez de emprender una iniciativa para permanecer en Venezuela, a pesar de la crisis económica, prefieren emigrar hacia otras latitudes despreciando al mismo sistema político y social que los creó, es el fracaso del currículo educativo bolivariano, deseando que el régimen de Maduro culmine en una invasión militar a Venezuela. 

Ante este clima la crisis se agudiza y sin aparente solución cuando la MUD finalizó las negociaciones en República Dominicana sin acuerdo, cerrando la oportunidad de una salida democrática, pacífica y electoral a la crisis nacional, esto por presiones ejercidas por sectores económicos que perjudicaron el diálogo entre oposición y gobierno, al difundir de forma falsa en las redes sociales contenidos difamatorios sobre acuerdos. Los instrumentos para que esta “guerra sucia” contra la oposición triunfe, son las redes sociales, dirigidas por banqueros venezolanos que desde los EE.UU, buscan impedir una salida pacífica para propiciar una guerra civil más lucrativa al venderle armas a los bandos enfrentados en Venezuela. 

Esta locura solo se detendrá encaminando a Venezuela hacia una transición gubernamental de la mano de un partido político serio y veterano, Acción Democrática (AD) es la organización más responsable para dirigir una transición en Venezuela, tomando en cuenta la experiencia en las relaciones internacionales cubano-venezolanas que dirigieron los gobiernos adecos de Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi. Una experimentada candidatura presidencial adeca de Henry Ramos Allup podría ser la única salida de Venezuela para que la inmadura política “guarimbera” de los nietos y herederos de la aristocracia territorial agraria “gomecista” anti- adeca siga perturbando los esfuerzos para el restablecimiento sin violencia de la democracia venezolana. Hasta la próxima semana.