"85% considera que la situación del país es negativa".
En una encuesta realizada por el Centro de Estudios Políticos de
la UCAB, se determina que en las próximas votaciones previstas para el 20 de mayo se
presentará un nivel de participación bajo en comparación con otros comicios presidenciales, en
razón del grado de desconfianza que tienen los venezolanos en el CNE.
El estudio sobre Percepciones Ciudadanas del Clima Preelectoral coordinado por el Proyecto
Integridad Electoral del CEP UCAB, cuyo trabajo de campo fue realizado por la empresa Delphos,
entre el 09 al 23 de abril de 2018, en 1.200 hogares, mediante un muestreo Semi-probabilístico
superior Estratificado Trietápico, con un nivel de precisión de +/- 2,0%.
La encuesta ofrecida por la UCAB revela que el 51% está seguro de ir a votar y que 14% quizás lo haría, cifra muy inferior al nivel de participación tradicionalmente registrado en elecciones presidenciales en Venezuela.
A pesar de la falta de integridad electoral, los venezolanos siguen considerando al voto como el mecanismo para dirimir el conflicto.
Al preguntar sobre cuánta confianza tienen las personas en el CNE, solo 14% de los encuestados
señalaron tener “mucha confianza” y 10% “algo de confianza” en el ente electoral.
Por el
contrario, 60% de los venezolanos tienen “nada de confianza”, mientras que 13% dice que
“poca”.
“Esto nos dice que 3 de cada 4 venezolanos no confían en el Consejo Nacional Electoral”, señala
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB.
En el estudio se encontró que el 51% de los encuestados indica estar “seguro de ir a votar”, 14%
dice que “quizás sí”, mientras que casi 20% dice que “seguro no iría a votar”, 9% señala que
“quizás no lo haría” y 6% “no sabe”.
Este resulta ser un bajo nivel para lo que ha sido la participación tradicional en unas elecciones
presidenciales en Venezuela. Ello está relacionado con la poca credibilidad que el Consejo
Nacional Electoral tiene ante la opinión pública nacional”, refiere Alarcón.
Estos datos son consistentes con las razones por las cuales el 35% del país dice que no va a votar.
Para este grupo, la principal razón para no participar es la creencia de que el CNE no actúa con
imparcialidad como árbitro electoral (38%), mientras que solo 15% señala que no participa
porque no le gusta ninguno de los candidatos inscritos.
Cuando se preguntó qué lo haría asistir al acto de votación, 28% de los que no participarían
señalaron que un nuevo CNE y mayor transparencia. De hecho, al indagar más profundamente
sobre el tema de qué haría que aquellos que no votan participasen, la renovación del CNE con
dos rectores de la oposición, dos del gobierno y uno neutral haría que la participación
aumentase al 64% entre los que no votarían.
En términos más generales, la situación del país es percibida como “Muy Mala” por el 54% del
país, mientras que el 23% la cree “mala” y 9% “regular hacia mala”, por lo que 85% de los venezolanos considera que la situación del país es negativa.
En todos los estratos la situación es
percibida mayoritariamente como “Muy Mala”, aunque los estratos D y E son aquellos en los
que esta percepción es menos intensa.
La medición deja ver que hay una importante demanda de cambio, incluso entre una parte
importante de los que apoyan al régimen. 56% quiere un líder fuera del chavismo, mientras que
25% piensa en un líder chavista distinto a Maduro, y solo 14% quiere que el presidente continúe.
En este orden de ideas, 6 de cada 10 que apoyan algo al gobierno, quieren un líder que rescate
las ideas de Chávez, entre los que apoyan a la oposición 80% quieren un líder fuera del chavismo.
Asimismo, uno de los hallazgos del estudio es que el 55% de los venezolanos prefiere que el
cambio se produzca a través de elecciones.
Según Alarcón, a pesar de la desconfianza generalizada en el árbitro electoral, la mitad de los
venezolanos considera que las elecciones son el camino para dirimir el conflicto político actual.
Sin embargo, también resalta el hecho de que 26% de los encuestados cree en la protesta y ésta
acompañada de diálogo como medio legítimo para buscar soluciones al país.
“Esta paradoja es el resultado de que entre los venezolanos existe una cultura política
profundamente democrática que sigue creyendo en el voto como mecanismo de renovación
política, aún en medio de un contexto en el que han empeorado las condiciones de integridad
electoral a través de mecanismos como la manipulación del calendario electoral, las
inhabilitaciones políticas de líderes políticos y la ilegalización de partidos políticos”, explica el
director del CEP UCAB.
Observa con preocupación el condicionamiento al que se ha sometido una buena parte del
electorado. “En nuestra encuesta preguntamos si valía la pena arriesgarse y votar en contra del
Gobierno, o asegurar los beneficios votando por éste. 26% dice que es mejor asegurar los
beneficios mientras que 22% responde que no sabe. De manera que casi la mitad de la población
tiene temor o, por lo menos, tiene dudas sobre las consecuencias de su voto.
Pero más aún, 54%
cree que podría perder beneficios del Gobierno o que podría sufrir algún tipo de agresión si
votan por un candidato de la oposición. Por otra parte, 34% cree que con el Carnet de la Patria
se podría saber por quién se vota”, comenta.
“Por tanto, consideramos que estos programas asistenciales promovidos desde el gobierno,
lejos de paliar la grave situación social y económica, se han erigido como mecanismos
clientelares y de control social que están teniendo el efecto de cooptar la libertad y el derecho
al voto”, finaliza Alarcón.
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