El destacado politólogo en su artículo de opinión analiza el Frente Amplio Venezuela Libre, el tema de los derechos humanos y una agenda para la reconstrucción nacional.
Los planteamientos sobre las eventuales salidas a la crisis política, económica y social que padece Venezuela no solo pasan por una coalición opositora integrada por partidos políticos y la sociedad civil organizada, también pasa por una sinergia con la geopolítica mundial.
La presión internacional será fundamental para un desenlace beneficioso para todas las partes involucradas en el conflicto venezolano, incluyendo el propio gobierno nacional, que debería ver más a la política como un “juego” pacífico y no un conflicto bélico.
La salida del poder de Raúl Castro en Cuba para dar paso a un nuevo mandatario, Mario Díaz Canel, podría representar un giro en la geopolítica venezolana marcada por el distanciamiento en las relaciones diplomáticas con la Unión Europea (UE); los Estados Unidos de América (EE.UU) y El Grupo de Lima, integrado por 17 países de Latinoamérica quienes dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuestionan al gobierno del presidente Nicolás Maduro y aplican sanciones para propiciar una salida inmediata del actual mandatario.
Así en Cuba se vive un reacomodo político que podría interpretarse como un “cambio” en la geopolítica venezolana, tras el ascenso al poder del ingeniero Mario Díaz Canel como nuevo gobernante cubano electo por la Asamblea Nacional cubana. Un logro que muchos intentaron por décadas y no lo alcanzaron: convertirse en el relevista al que “la generación histórica” de 1958 entregó el poder.
Un gobernante nacido después de 1959, con una imagen más fresca y sin responsabilidad en los fusilamientos o las confiscaciones de los primeros años de la Revolución cubana, la gran pregunta que se abre ahora sobre su persona es si será un continuista o un reformista. Una demostración de su nuevo estilo es que ha designado en su gabinete a algunos funcionarios, que ni siquiera, militan en el Partido Comunista Cubano.
Mientras esto ocurre fronteras afuera, dentro de Venezuela el gobierno de Maduro se convierte en un sistema político más tiránico que restringe aún más las libertades civiles y económicas, ahora ataca al sistema bancario privado (BANESCO) para obligar a los ciudadanos desde el extranjero a capitalizar las arcas del tesoro que siguen quebradas ante el fallido intento con “El Petro” con unas fulanas casas de cambio que solo Dios sabe si esas remesas llegaran a sus destinatarios y no a financiar algún disparate social del régimen.
Estimula la transformación de las libertades sociales por convenciones que orientan al ciudadano, moldeado por el sistema educativo y cultural, hacia la disfuncionalidad social y moral. Ante este panorama el Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL) integrado por los partidos políticos de oposición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD); la comunidad universitaria de las casas de estudios autónomas; los gremios profesionales, empresariales y sindicatos se agrupan en esta nueva coalición opositora de interés colectivo para presionar la modificación del calendario electoral con el apoyo internacional, exigiendo con sanciones internacionales una postergación de los comicios presidenciales para el mes de diciembre de 2018, de lo contrario se aplicarán mayores sanciones contra un sistema de gobierno que ve la política como un tablero de ajedrez antes que como el arte de la armonía y del buen gobierno.
El FAVL no solo exige comicios transparentes desconociendo los del 20 de mayo, también exige la apertura de un canal humanitario para traer medicinas y atender en el país a todos los pacientes de enfermedades crónicas, así como la liberación de los presos políticos con una ley de amnistía.
Hasta la próxima semana.
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