El destacado politólogo y profesor universitario Jhotani Medina, desde su exilio, nos ofrece un análisis de El Esequibo o Zona en Reclamación.
¡EL ESEQUIBO ES NUESTRO! (I parte)
Recientemente ha surgido un acalorado debate que ha trascendido el burocrático mundo de la diplomacia venezolana y ha descendido hasta las bases del pueblo venezolano sobre un tema distante para nuestro gentilicio, ajeno y en particular, para el interior del país, se trata de El Esequibo o Zona en Reclamación.
Un territorio muy alejado de la metrópoli venezolana y de los temas menudos. Hoy producto de una traición, así como Hitler le hablaba a los alemanes de tener una supranación desarrollada e independiente, cuando en realidad le entregó las riquezas minerales petroleras y de hierro del río Rin de Alemania a apátridas industriales de potencias extranjeras que le financiaron su demencial proyecto que inició la segunda guerra mundial, así Hugo Chávez entregó “por solidaridad ideológica” para su explotación el territorio del Esequibo de la Zona en Reclamación a la República Cooperativa de Guyana cometiendo contra Venezuela una tropelía que las futuras generaciones le cobrarán no solo a su memoria histórica, también a sus seguidores.
La historia reseña que el primer establecimiento europeo en la región de las Guayanas fue construido por España a lo largo de la parte inferior del río Esequibo en 1614. Los colonos permanecían en términos relativamente amistosos con la población nativa del área, estableciendo plantaciones de caña de azúcar y cacao en la cuenca del río.
En 1621 los holandeses ocupan la región este del río Esequibo y mediante la compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales desarrollan el cultivo de la caña de azúcar y algodón. Los límites de los territorios españoles en la Guayana eran: por el Norte desde el río Esequibo hasta el Orinoco, y de allí a su confluencia con el río Apure. Por el Sur: con los territorios ocupados por Portugal. Por el Este: con la Guayana Holandesa y por el Oeste: el Nuevo Reino de Granada.
En 1623 la posesión española de la Guayana fue perturbada momentáneamente por los holandeses quienes invadieron la región al oeste del río Esequibo a pesar a ser súbditos de España. Así ese territorio pasó a ser una colonia (holandesa) pero con una fuerte influencia española. Y así dice Manuel Donis Ríos en su artículo publicado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas en el año 2015: La dominación hispana entre Barima y Esequibo es tan evidente que incluso, “si no hubiera existido nunca un establecimiento Español en el Esequibo, los establecimientos de Trinidad y Santo Thomé, considerados en conexión con las exploraciones y actos de dominio de España y en la costa y en lo interior, seguramente tuvieron un efecto mayor que el de darle, como descubridora de Guayana, una mera franja en la margen oriental del Orinoco”.
Esta cita demuestra la pertenencia española de este territorio que legitimará, una vez lograda la independencia de Venezuela, el reclamo venezolano por la propiedad española de la tierra. Así, el espacio territorial que se corresponde con algunas modificaciones producto de acuerdos bilaterales con el legado español de la territorialidad, a la Capitanía General de Venezuela, fundada el 8 de septiembre de 1777 por el Rey Carlos III de España, con el objeto de unificar y armonizar territorialmente las provincias que hasta ese momento estaban subordinadas política y militarmente a la autoridad del Virrey de Bogotá, siendo las siguientes; Provincia de Cumaná, Margarita, Trinidad, Maracaibo y Guayana.
A partir de este momento la Capitanía General de Venezuela, se diferencia en forma territorial de lo que hasta ahora se consideraba la Audiencia de Santo Domingo, Virreinato de Santa Fe, y, posesiones neerlandesas al este en la zona de las Guayanas.
El río Esequibo fue descubierto por los españoles en 1498 durante el tercer viaje del Almirante Cristóbal Colón por el tripulante de una de las naves, Juan de Esquivel, lugarteniente de Diego Colón, hermano del Almirante, quien realizó exploraciones por las bocas del río Orinoco. Posteriormente, con el viaje de Alonso de Ojeda en 1499 se le denominó Esequibo como una derivación del apellido de su descubridor.
La posesión del territorio Esequibo es sólo “De jure” que en latín significa de Derecho, puesto que no sería colonizada por la Capitanía General de Venezuela, España.
En 1786 la Capitanía General de Venezuela sufrió una división territorial, quedando constituida por las siguientes provincias: Margarita, Maracaibo, Trinidad, Guayana, Venezuela y Cumaná, siendo en este año cuando ocurre el primer cambio en la división político-territorial con la creación por Real Cédula del Rey Carlos III de España de la provincia de Barinas; siendo al ritmo de la dinámica de años posteriores que se crearon las provincias de Trujillo, Coro, Barcelona y Mérida.
Este proceso de evolución y cohesión territorial sufrirá una importante modificación con la pérdida de la provincia de Trinidad en 1797 producto de una expedición militar inglesa dirigida desde Martinica ocupación que fue formalizada en 1802, dejando de pertenecer a la Capitanía General de Venezuela, y en ese mismo año España cedió la isla por el “Tratado de Amiéns” a Inglaterra, Tratado ratificado en 1814.
En ese tratado España no solo perdió la isla de Trinidad, también perdió el Esequibo ocupado por los holandeses y pasó a manos británicas. Aquí comienza el dilema sobre el territorio británico, no obstante, esto se discutirá a la luz del “Utis Possidetis Juris”.
Hasta el 19 de Abril de 1810, fecha en la cual cesaron sus funciones las autoridades de la Capitanía General de Venezuela y constituyéndose la Junta Suprema Conservadora de los Derechos del Rey Fernando VII de España, el territorio de la Capitanía estaba dividido en diez provincias: Barcelona, Barinas, Cumaná, Coro, Guayana, Maracaibo, Mérida, Margarita, Trujillo y Venezuela.
El 5 de Julio de 1811, los diputados de estas provincias constituyeron el Congreso General de Venezuela y proclamaron la independencia de la Nación, de esta forma, el Congreso aprobó el 21 de diciembre de ese año la primera Constitución de la nueva República, en la cual quedaba consagrado el nombre de oficial de Venezuela como identificación del nuevo Estado, también se hace uso y mención por vez primera en esta Constitución del “Utis Possidetis Juris”, gran aporte jurídico del Derecho americano al Derecho universal.
En 1814 Gran Bretaña quedó en posesión de los territorios coloniales holandeses de Demerara, Berbice y Esequibo, que pasaron a constituir la Guayana Británica a partir de 1831. Así el gobierno británico estimuló el establecimiento de colonos en las tierras situadas al oeste del río Esequibo, favorecido por la despoblación y por la situación de Venezuela, que iniciaba entonces su organización institucional. Otro elemento que favoreció esta situación negativa para el Estado venezolano fue el papel de Gran Bretaña como potencia hegemónica mundial en la segunda mitad del siglo XIX, que le confería un respaldo internacional, e incluso militar, en su expansión colonial. En 1897 el imperio birtánico se comprometió con Venezuela, que reclamaba el territorio, a resolver la disputa en tribunales internacionales.
En 1899, la zona fue adjudicada al Imperio británico por medio del laudo arbitral de París.
En 1962 Venezuela presentó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una demanda alegando que el laudo fue resuelto de manera fraudulenta, alegando complicidad entre los delegados británicos y el juez ruso que determinó el fallo. Mientras tanto, Guyana obtuvo su independencia en 1966, en ese mismo año se firmó el Protocolo de Puerto España que durante un plazo de 12 años “congelaría” las conversaciones entre ambas partes sobre el conflicto limítrofe por la zona de la Guayana Esequiba, territorio reclamado por Venezuela bajo la ocupación y administración de Guyana.
En 1966 y tras la denuncia venezolana, se firmó el Acuerdo de Ginebra, según el cual la zona es controlada por Guyana aunque su soberanía es disputada por Venezuela… (Continuará)
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